PLANTILLA PARA EL COMENTARIO LITERARIO
1. LOCALIZACIÓN DEL TEXTO LITERARIO
(trama en el caso de que el texto sea narrativo)
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COMENTARIO LITERARIO
El viaje definitivo
… Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando; y se quedará mi huerto, con su verde árbol, y con su pozo blanco. Todas las tardes, el cielo será azul y plácido; y tocarán, como esta tarde están tocando, las campanas del campanario. Se morirán aquellos que me amaron; y el pueblo se hará nuevo cada año; y en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado, mi espíritu errará nostáljico… Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol verde, sin pozo blanco, sin cielo azul y plácido… Y se quedarán los pájaros cantando. Juan Ramón Jiménez, Poemas agrestes, 1910-1911. |
1. LOCALIZACIÓN
El autor de este poema es Juan Ramón Jiménez, poeta español de comienzos del S. XX. El poema pertenece al libro Poemas agrestes, escrito hacia 1910-1911. 2. TEMA Y RESUMEN TEMA Eternidad de las cosas frente a la mortalidad del ser humano. RESUMEN El yo poético describe un momento de armonía por la tarde, en el jardín de su casa. Mientras contempla la belleza de lo que le rodea -el canto de los pájaros, el sonido de las campanas, el azul de cielo- reflexiona acerca de que cuando él muera, todo seguirá exactamente igual, aunque él ya no esté. Se trata de una imagen de gran tradición literaria, el último viaje en el camino de la vida. Representa el tópico del Homo viator, la vida como camino que conduce inevitablemente a la muerte un tópico tratado magistralmente en las Coplas de Jorge Manrique. |
ESTRUCTURA
El poema está compuesto por cuatro estrofas de versos de distinta medida. Las dos primeras estrofas son de cuatro versos y las dos siguientes, de tres. El título, que centra el tema es “El viaje definitivo”, es decir, la muerte.
- La primera estrofa funciona como introducción, pues plantea el tema central del poema: la perdurabilidad de lo que le rodea al poeta frente a lo transitorio de su propia vida.
- Las estrofas segunda y tercera desarrollan en tema planteado, mediante ejemplos de cómo la vida seguirá su curso cuando el poeta ya no esté: el paisaje seguirá igual y el pueblo cambiará, renovándose, como hace la naturaleza y de él ya no quedará ni el recuerdo.
- Finalmente, la última estrofa repite, reelaborándola, la primera estrofa, con lo que el poema adquiere una estructura circular que insiste en lo cíclico de la vida, destinada a nacer y morir mientras todo parece permanecer idéntico.
El poema está compuesto por 14 versos agrupados en dos estrofas de tres versos y dos de cuatro.
Se podría decir que el poeta ha jugado, distorsionándola e invirtiéndola, con la forma del soneto.
Nos encontramos ante un poema que no se corresponde con ninguna estrofa concreta.
Según el número de sílabas hay versos de arte mayor (endecasílabos, dodecasílabos, alejandrinos, decasílabos) y de arte menor (trisílabos, heptasílabos y eneasílabos)
Todos los versos tienen la misma rima asonante en a-o.
ESTILO
El comienzo del poema con los puntos suspensivos seguidos de la conjunción «y» parece indicar que el yo poético reanuda un pensamiento o reflexión ya iniciada. Esta suspensión vuelve o aparecer en el v. 12 y en el penúltimo verso, repitiendo las ideas del principio y resaltando así el tono reflexivo y la tensión emotiva.
La reflexión del yo poético gira en torno al contraste que se produce entre lo transitorio (su vida) y lo permanente (todo lo demás). La oposición vida-muerte que vertebra todo el poema y se expresa a través de sucesivos conceptos antitéticos: el irse del poeta, frente al quedarse del entorno natural; la primera persona (yo-poético): yo me iré, frente a la tercera de todo lo exterior a él: se quedarán los pájaros,
Llama profundamente la atención la única referencia puntual al presente: y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario. (quizá el toque real «a muerto» de las campanas del campanario es lo que ha desencadenado la reflexión), ya que el uso del presente en este verso contrasta con el abrumador futuro que domina todo el poema.
En cuanto a las figuras retóricas, destacan como hemos mencionado las de repetición, en consonancia con el mensaje del poema de lo cíclico de la naturaleza.
Así, encontramos polisíndeton, al repetir la conjunción y, que enfatiza lo repetido de lo que se describe y da un ritmo más lento y pausado al poema.
Hay que señalar que el poema empieza con “Y” precedida de puntos suspensivos, con lo que se sugiere que todo es una continuación y una repetición de algo consabido.
Por el contrario, también aparece el asíndeton (supresión de nexos en una enumeración), con un efecto contrario, de rapidez y acumulación de elementos (“estaré solo, sin hogar, sin…”)
El mismo sentido de repetición de la vida tienen las anáforas, los paralelismos y las repeticiones de los versos con que empieza y acaba el poema. “Y se quedarán”… “y se quedarán los pájaros cantando”. El canto de los pájaros repetido al principio y al final se utiliza como imagen acústica de lo inalterable del ciclo vital.
Encontramos una antítesis al principio del poema “Y yo me iré y se quedarán los pájaros cantando”, pues irse y quedarse son ideas contradictorias. El poeta las utiliza para enfatizar el hecho de que todo seguirá igual cuando él no esté, que es el tema central del poema.
Hay un encabalgamiento muy abrupto entre los versos 12 y 13 (“sin árbol/ verde”), al separar el sustantivo del adjetivo, lo que provoca una sensación de ruptura y desasosiego..
Por último, el título del poema “El viaje definitivo”, es una metáfora que hace referencia a la muerte, que es un viaje sin retorno y que se basa en la tradicional metáfora de la vida como camino.
Esta abundancia de recursos de repetición, unida al polisíndeton y anáfora continua de la conjunción y, enfatizan la sucesión lenta e inevitable de hechos que conlleva el paso del tiempo, contribuyendo eficazmente al tono reflexivo y obsesivo del poeta que imagina su propia muerte.
RECUERDO INFANTIL
Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales estudian. Monotonía de lluvia tras los cristales. Es la clase. En un cartel se representa a Caín fugitivo, y muerto Abel, junto a una mancha carmín. Con timbre sonoro y hueco truena el maestro, un anciano mal vestido, enjuto y seco, que lleva un libro en la mano. Y todo un coro infantil va cantando la lección: «mil veces ciento, cien mil; mil veces mil, un millón». Una tarde parda y fría de invierno. Los colegiales estudian. Monotonía de la lluvia en los cristales. Antonio Machado en Soledades. Galerías. Otros poemas (1907)
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LOCALIZACIÓN
Este poema llamado Recuerdo infantil pertenece a la obra de Antonio Machado Soledades, Galerías y otros poemas (1907) TEMA Y RESUMEN
TEMA. Los recuerdos infantiles del colegio. RESUMEN. Antonio Machado recuerda con nostalgia la monotonía de las clases que recibía en su infancia en el colegio. Describe el aula, donde había un cartel que representaba a Caín y Abel, al maestro viejo y enjuto, y al coro de niños que, en las tardes lluviosas de invierno, repetía cantando la lección de matemáticas. ESTRUCTURA: PROGRESIÓN TEMÁTICA
Por su estructura interna, podríamos hablar de estructura circular o de encuadre, debido a que la última estrofa es una repetición de la primera. El texto está formado por tres partes:
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MÉTRICA
U/na/ tar/de/ par/da y/ frí/a 8a
de in/vier/no./ Los/ co/le/gia/les 8b
es/tu/dian./ Mo/no/to/ní/a 8a
de/ llu/via/ tras/ los/ cris/ta/les. 8b
Es/ la/ cla/se. En/ un/ car/tel 7+1c
se/ re/pre/sen/ta a/ Ca/ín 7+1d
fu/gi/ti/vo, y/ muer/to A/bel, 7+1c
jun/to a u/na/ man/cha/ car/mín. 7+1d
Con/ tim/bre/ so/no/ro y/ hue/co 8e
true/na el/ maes/tro,/ un/ an/cia/no 8f
mal/ ves/ti/do, en/ju/to y/ se/co, 8e
que/ lle/va un/ li/bro en/ la/ ma/no. 8f
Y/ to/do un/ co/ro in/fan/til 7+1g
va/ can/tan/do/ la/ lec/ción: 7+1h
«mil/ ve/ces/ cien/to,/ cien/ mil; 7+1g
mil/ ve/ces/ mil,/ un/ mi/llón». 7+1h
U/na/ tar/de/ par/da y/ frí/a 8a
de in/vier/no./ Los/ co/le/gia/les 8b
es/tu/dian./ Mo/no/to/ní/a 8a
de/ la/ llu/via en/ los/ cris/ta/les. 8b
Este poema de Antonio Machado está formado por cinco estrofas (cuartetas) de cuatro versos octosílabos que riman en consonante con el siguiente esquema métrico: 8a / 8b / 8a / 8b.
MÉTRICA
U/na/ tar/de/ par/da y/ frí/a 8a
de in/vier/no./ Los/ co/le/gia/les 8b
es/tu/dian./ Mo/no/to/ní/a 8a
de/ llu/via/ tras/ los/ cris/ta/les. 8b
Es/ la/ cla/se. En/ un/ car/tel 7+1c
se/ re/pre/sen/ta a/ Ca/ín 7+1d
fu/gi/ti/vo, y/ muer/to A/bel, 7+1c
jun/to a u/na/ man/cha/ car/mín. 7+1d
Con/ tim/bre/ so/no/ro y/ hue/co 8e
true/na el/ maes/tro,/ un/ an/cia/no 8f
mal/ ves/ti/do, en/ju/to y/ se/co, 8e
que/ lle/va un/ li/bro en/ la/ ma/no. 8f
Y/ to/do un/ co/ro in/fan/til 7+1g
va/ can/tan/do/ la/ lec/ción: 7+1h
«mil/ ve/ces/ cien/to,/ cien/ mil; 7+1g
mil/ ve/ces/ mil,/ un/ mi/llón». 7+1h
U/na/ tar/de/ par/da y/ frí/a 8a
de in/vier/no./ Los/ co/le/gia/les 8b
es/tu/dian./ Mo/no/to/ní/a 8a
de/ la/ llu/via en/ los/ cris/ta/les. 8b
Este poema de Antonio Machado está formado por cinco estrofas (cuartetas) de cuatro versos octosílabos que riman en consonante con el siguiente esquema métrico: 8a / 8b / 8a / 8b.
RECURSOS RETÓRICOS
Entre las figuras retóricas que aparecen en el poema destacan:
Entre las figuras retóricas que aparecen en el poema destacan:
- • La repetición en forma de estribillo de primera y última estrofas. El poeta abre y cierra el texto con los mismos versos, resaltando la monotonía de la que habla.
- • La cosificación del maestro en la tercera estrofa, al que se presenta “tronando” en lugar de hablando.
- • Y la anáfora, acompañada de paralelismo sintáctico, de la cuarta estrofa, cuando reproduce el canto de la lección de los niños, que acentúa el parecido de la clase con una letanía y destaca de nuevo la monotonía.
SONETO XXIII
En tanto que de rosa y azucena se muestra la color en vuestro gesto, y que vuestro mirar ardiente, honesto, con clara luz la tempestad serena; y en tanto el cabello que en la vena del oro se escogió, con vuelo presto por el hermoso cuello blanco, enhiesto, el viento mueve, esparce y desordena; Coged de vuestra alegre primavera El dulce fruto antes de que el tiempo airado Cubra de nieve la hermosa cumbre. Marchitará la rosa el viento helado, Todo lo mudará la edad ligera, por no hacer mudanza en su costumbre. Garcilaso de la Vega (S. XVI)
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COMENTARIO LITERARIOEl soneto XXIII pertenece a la breve obra del poeta renacentista Garcilaso de la Vega (¿1501-1503? -1536).
Es uno de los 38 sonetos que escribió y de los más conocidos ya que representa a la perfección su 2ª etapa de influencia petrarquista describiendo al estilo de Petrarca el ideal de belleza renacentista, haciendo de la mujer ideal una fabricación literaria. Su obra poética a pesar de tener una vida breve e intensa consta de tres etapas en las que creó 3 églogas, 2 elegías, una epístola, 5 canciones y 38 sonetos. Encarnó el difícil ideal renacentista, soldado poeta que se constituyó en modelo de la dedicación a la guerra y las artes (representa al perfecto cortesano renacentista de la época, como “hombre de armas y letras”). Garcilaso sirvió a las órdenes del Emperador Carlos I, en una de cuyas misiones murió a edad temprana. Su trayectoria poética tiene dos momentos centrales: la implantación del estilo renacentista de influencia italiana, gracias a los consejos de su amigo Juan Boscán, y el enamoramiento de Isabel Freyre, dama portuguesa a la que conoció fugazmente en unas bodas en 1526, quien le sirvió de fuente de inspiración para gran parte de sus poemas, como había sucedido con su autor modelo, Francesco Petrarca y su amada Laura. Gracias a su continuo contacto con Italia importó temas, estilos y metros nuevos. Rompió con el clásico y tradicional octosílabo de la lírica castellana anterior. |
Los tópicos literarios clásicos del “carpe diem” y el de “tempus fugit” son los que se toman de referencia para la composición poética de este soneto.
El tema es apelar al tú al aprovechamiento de la vida por parte del yo poético antes que llegue la vejez.
Al ser un soneto, la estructura externa consta de dos cuartetos y dos tercetos. Los versos son endecasílabos con rima consonante ABBA ABBA CDE CDE.
El tema es apelar al tú al aprovechamiento de la vida por parte del yo poético antes que llegue la vejez.
Al ser un soneto, la estructura externa consta de dos cuartetos y dos tercetos. Los versos son endecasílabos con rima consonante ABBA ABBA CDE CDE.
Internamente se divide en tres partes:
Desde el punto de vista estilístico decir que es uno de los sonetos que más riqueza estilística y plasticidad tiene. Abunda el dinamismo y el movimiento, efectos que consigue con los paralelismos “el viento mueve, esparce y desordena”, la personificación “todo mudará la edad ligera”, las enumeraciones “rosa y azucena” y las imágenes visuales “cuello blanco”, táctiles “viento helado” y gustativas “dulce fruto”.
El poema contiene la mentalidad y la expresión artística de la época renacentista porque ofrece una visión optimista del amor, en contraposición a la mentalidad medieval que buscaba sobre todo el adoctrinamiento contra el pecado. Los tópicos renacentistas anteriormente citados complementan la afirmación anterior sobre el deleite amoroso que busca el poeta. La descripción de la dama, que posee una belleza ideal, es también otro de los rasgos del arte renacentista.
- La primera abarca los dos cuartetos, en los que se describe a una mujer ideal renacentista tanto física como sicológicamente. Constituye la presentación de la idea general de forma descendente “ahora que rebosas juventud… rostro-mirar-cabello-cuello…entrégate al amor”. Para ello utiliza el presente de indicativo en 3ª persona del singular mayoritariamente. Utiliza metáforas tradicionales sacadas del mundo floral “rosa” para expresar el color de los mofletes y “azucena” para expresar la blancura de piel. Los hipérbatos y los encabalgamientos dejan al descubierto las imágenes plásticas que corresponden al retrato de la amada. Vv. 1 y 2 “En tanto que de rosa y azucena/se muestra la color en vuestro gesto (…)”. La voz poética expresa pasión amorosa hacia la amada por medio del adjetivo v.3 “ardiente” y “honesto”. Por medio de la anáfora vv. 1 y 4 “En tanto…” la progresión temática avanza hasta llegar al primer terceto donde se empieza a entrever la unidad temática.
- La segunda lo constituye el primer terceto que por medio de la forma verbal en presente de imperativo exhorta a la amada para que disfrute de la vida “collige, virgo, rosas”, v.9 “Coged de vuestra alegre primavera…” En este terceto las metáforas puras son las que dominan y por medio de una antítesis ponen en oposición la juventud “alegre primavera… dulce fruto” frente a la vejez “cubra de nieve tu hermosa cumbre”.
- La tercera corresponde con el último terceto, sentencia por medio del futuro simple v.12 “marchitará…” el devenir de la vida, el envejecimiento. Contrasta de nuevo la “primavera juventud” con el “invierno vejez”. Con una síntesis filosófica sustentada en el tópico clásico “Fugit irreparabile tempus” expresa en el v.13 “todo lo mudará la edad ligera”. Hay que espabilar ya que el tiempo pasa y los buenos momentos de la juventud no son perennes sino caducos.
Desde el punto de vista estilístico decir que es uno de los sonetos que más riqueza estilística y plasticidad tiene. Abunda el dinamismo y el movimiento, efectos que consigue con los paralelismos “el viento mueve, esparce y desordena”, la personificación “todo mudará la edad ligera”, las enumeraciones “rosa y azucena” y las imágenes visuales “cuello blanco”, táctiles “viento helado” y gustativas “dulce fruto”.
El poema contiene la mentalidad y la expresión artística de la época renacentista porque ofrece una visión optimista del amor, en contraposición a la mentalidad medieval que buscaba sobre todo el adoctrinamiento contra el pecado. Los tópicos renacentistas anteriormente citados complementan la afirmación anterior sobre el deleite amoroso que busca el poeta. La descripción de la dama, que posee una belleza ideal, es también otro de los rasgos del arte renacentista.
POR SU CAUCE OSCURO…
Por su cauce oscuro la corriente clara más que decir, cuenta, más que contar, canta. Que tu voz aprenda de la voz del agua a cantar bajito cuando todo calla. La claridad desierta, 1983. José Bergamín. |