La poesía es un goteo verbal desde el silencio, marca la frontera del silencio […] Si pudiéramos establecer una topografía de las escrituras, la escritura de la información, la de los propios medios de comunicación, estaría en un extremo del arco, mientras la poesía, a mi entender, se situaría en el otro. La escritura informativa está vinculada al ruido cotidiano por necesidad interna en tanto que la poesía se autoexpulsa de ese ruido, inclinada como está hacia la introspección, hacia la indagación, lejos de una de las diosas de nuestro mundo, la información.
Maldita perfección. Rafael Argullol
PASA. PEDRO GUERRA
Aquí hace menos frío
que en la calle, hay leña para un fuego, no mucha pero, bueno, un poco de calor no viene mal. Aquí hay una canción que nos descansa, un hueco para el alma, sentirse como en casa, un alto en el camino nada más. Pasa, entra y siente que hay quien duda como tú y no se descubre nada, nada de las cosas que ha escuchado y desespera. Pasa, entra y siente que hay quien duda como tú pero se abraza a lo que tiene y se levanta con la fuerza que le queda. Pasa, entra y siente que hay quien duda como tú pero no tiene más canción que la que sabe y la cantó y si no la sabe tararea. |
Aquí hace menos frío
que en la calle, los labios para un beso, oídos para un sueño, la brisa que precisa tu dolor. Pasa, entra y siente que hay quien duda como tú y no se descubre nada, nada de las cosas que ha escuchado y desespera. Pasa, entra y siente que hay quien duda como tú pero se abraza a lo que tiene y se levanta con la fuerza que le queda. Pasa, entra y siente que hay quien duda como tú pero no tiene más canción que la que sabe y la cantó y si no la sabe tararea. Pasa, entra no importa lo que fue porque será lo que será y alguna forma encontrarás para pasar por esa puerta. pasa, entra después de algún traspiés algún color dibujará lo que hace falta para estar de nuevo en pie y no perder fuerza. Pasa, entra y siente que hay quien duda como tú pero no tiene más canción que la que sabe y la cantó y si no la sabe tararea. |
ACTIVIDAD 2
LOS MESES. GLORIA FUERTES
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Enero es un viejo que viste de blanco.
Febrero es un loco que viste de tul. Marzo llorón cuerdo. Abril es un poeta. Mayo es invertido. Y Junio es la siesta. Julio es arrogante. Agosto es sensual. Septiembre es el mar. Octubre es un libro. Noviembre es una vela. Diciembre es un niño que nace y que tiembla. |
NO VOLVERÉ A SER JOVEN. jaime gil de biedma
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Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde como todos los jóvenes, yo vine a llevarme la vida por delante. Dejar huella quería y marcharme entre aplausos -envejecer, morir, eran tan solo las dimensiones del teatro. Pero ha pasado el tiempo y la verdad desagradable asoma: envejecer, morir, es el único argumento de la obra. |
Poemas póstumos (1968)
soledad. Claribel alegría
La soledad
me habita
yo
la escucho
se me volvió serena
se me volvió sonora.
me habita
yo
la escucho
se me volvió serena
se me volvió sonora.
Soltando amarras (2005)
el vagabundo. Robert l. Stevenson
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Dadme la vida que amo,
dejadme junto al río, dadme el alegre cielo sobre mi cabeza y un sendero amigo. Cama en el matorral cara a las estrellas, pan para mojar en el río: esa es la vida que un hombre como yo ama, esa vida y para siempre. Que lo que ha de suceder ahora o mañana suceda. Dadme la paz de la tierra alrededor y un camino ante mí. No busco riqueza, esperanza, ni amor, ni siquiera un amigo. Todo lo que busco es el cielo sobre mi cabeza y un camino para mis pies. Dejad que el otoño caiga sobre mí mientras vagabundeo por los campos, callarán los pájaros y yo mordisquearé mis dedos azules de frío. La escarcha brilla sobre los campos. El hogar estará caliente. ¡Pero no he de rendirme ante el otoño ni siquiera ante el invierno! Que lo que ha de suceder ahora o mañana suceda. Dadme la paz de la tierra alrededor y un camino ante mí. No busco riqueza, esperanza, ni amor, ni siquiera un amigo. Todo lo que busco es el cielo sobre mi cabeza y un camino para mis pies. |
Cantos de viaje. (1896)
LA MURALLA. nicolas guillén
Para hacer esta muralla,
tráiganme todas las manos: los negros, sus manos negras, los blancos, sus blancas manos. Ay, una muralla que vaya desde la playa hasta el monte, desde el monte hasta la playa, bien, allá sobre el horizonte. |
−¡Tun, tun!
−¿Quién es? −Una rosa y un clavel... −¡Abre la muralla! −¡Tun, tun! −¿Quién es? −El sable del coronel... −¡Cierra la muralla! −¡Tun, tun! −¿Quién es? −La paloma y el laurel... −¡Abre la muralla! −¡Tun, tun! −¿Quién es? −El alacrán y el cimpiés... −¡Cierra la muralla! Al corazón del amigo, abre la muralla; al veneno y al puñal, cierra la muralla; al mirto y la yerbabuena, abre la muralla; al diente de la serpiente, cierra la muralla; al ruiseñor en la flor, abre la muralla... Alcemos una muralla juntando todas las manos; los negros, sus manos negras, los blancos, sus blancas manos. Una muralla que vaya desde la playa hasta el monte, desde el monte hasta la playa, bien, allá sobre el horizonte... |
La paloma de vuelo popular. (1958)
amigos. Emyly dickinson por nuria amat
Vivir es algo impresionante que apenas deja espacio para hacer más cosas,
aunque los amigos sean, eso sí, el acontecimiento más hermoso.
aunque los amigos sean, eso sí, el acontecimiento más hermoso.
Amor infiel. (2004)
El hipopótamo. Téophile Gautier
El hipopótamo de vientre enorme
suele vivir en selvas como Java,
y allí en el fondo de las cuevas hay
monstruos que no se pueden ni soñar.
La boa que se agita entre silbidos,
el tigre que tan bien sabe rugir,
el búfalo enfadado que resopla;
él sólo duerme o pace siempre en calma.
El kris y la azagaya no le asustan,
contempla al hombre sin darse a la huida,
se ríe del cipayo y de sus balas
que no hieren su piel y que rebotan.
Por eso yo soy como el hipopótamo;
me protege mi fuerte convicción,
armadura que me hace invulnerable,
y así por el desierto ando sin miedo.
suele vivir en selvas como Java,
y allí en el fondo de las cuevas hay
monstruos que no se pueden ni soñar.
La boa que se agita entre silbidos,
el tigre que tan bien sabe rugir,
el búfalo enfadado que resopla;
él sólo duerme o pace siempre en calma.
El kris y la azagaya no le asustan,
contempla al hombre sin darse a la huida,
se ríe del cipayo y de sus balas
que no hieren su piel y que rebotan.
Por eso yo soy como el hipopótamo;
me protege mi fuerte convicción,
armadura que me hace invulnerable,
y así por el desierto ando sin miedo.
está llorando el sol. Cómplices
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Por el aire que nos falta por la herida del mar por ese monte cautivo está llorando el sol.
Porque hemos hecho del cielo una autopista más por el bosque desvalido está llorando el mar. Ay, porque el azul del cielo solo sale en una postal y porque la batalla ya ha llegado hasta el mar y porque después de tanto gritar se quedó sin voz por eso está llorando el sol. Por los ríos que agonizan con el agua sin color porque huyen las gaviotas está llorando el sol. Ay, porque el azul del cielo solo sale en una postal y porque la batalla ya ha llegado hasta el mar y porque después de tanto gritar se quedó sin voz por eso está llorando el sol. |
que la detengan. David civera
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Maldita sea la noche en la que la conocí,
ahora vivo atrapado, esa mujer no me deja vivir. Malditos sean sus ojos, sus gestos, su boca, ese beso que me desarmó, maldito sea el embrujo que me cegó la razón. Que la detengan, que es una mentirosa malvada y peligrosa, yo no la puedo controlar. Que la detengan, me ha robado la calma se ha llevado mi alma y no me ha dejado nada. No sé qué hice esa noche, el vino me traicionó solo buscaba el olvido y fui a caer en su trampa de amor. Ahora maldigo a esa noche, al deseo, al destino que a ella me quiso llevar ya no me quedan más lágrimas, solo me queda gritar. Que la detengan, que es una mentirosa malvada y peligrosa, yo no la puedo controlar. Que la detengan, me ha robado la calma se ha llevado mi alma y no me ha dejado nada. |
¿por qué no vuelves, amor?. Luz casal
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Más que un viaje al fondo del mar o a un desierto rosado
dibujado en la inmensidad, busco una luz al final de este túnel tan largo, tan amargo como real. Que no, que no puede ser. Que no debo perder el tren. ¿Por qué no vuelves, amor, a colgarte de mi brazo, a decirme muy despacio mi nombre a pleno pulmón? ¿Por qué no intentamos hoy acomodar nuestros pasos y aprovechar este marzo que luce en cada rincón? ¿Por qué no vuelves, amor? ¿Por qué no vuelves, por fin, a mí? Que sí, de nuevo elegí lo que hace un tiempo conocí. ¿Por qué no vuelves, amor...? A aquellos paisajes evocados por ti, por mí, a las buenas noches que te di, ¿Por qué no vuelves, amor? ¿Por qué es tan fuerte mi amor? ¿Por qué no vuelves, amor...? |
“Cada poema es único. En cada obra late, con mayor o menor grado, toda la poesía. Cada lector busca algo en el poema. Y no es insólito que lo encuentre: ya lo llevaba dentro”.
OCTAVIO PAZ
Pedro Salinas
¡SI ME LLAMARAS...
¡Si me llamaras, sí,
si me llamaras!
Lo dejaría todo,
todo lo tiraría:
los precios, los catálogos,
el azul del océano en los mapas,
los días y sus noches,
los telegramas viejos
y un amor.
Tú, que no eres mi amor,
¡si me llamaras!
Y aún espero tu voz:
telescopios abajo,
desde la estrella,
por espejos, por túneles,
por los años bisiestos
puede venir. No sé por dónde.
Desde el prodigio, siempre.
Porque si tú me llamas
-¡si me llamaras, sí, si me llamaras!-
será desde un milagro,
incógnito, sin verlo.
Nunca desde los labios que te beso,
nunca desde a voz que dice:
"No te vayas."
LA FORMA DE QUERER...
La forma de querer túes dejarme que te quiera.
El sí con que te me rindes
es el silencio. Tus besos
son ofrecerme los labios
para que los bese yo.
Jamás palabras, abrazos,
me dirían que tú existías,
que me quisiste: jamás.
Me lo dicen hojas blancas,
mapas, augurios, teléfonos;
tú, no.
Y estoy abrazado a ti
sin preguntarte, de miedo
a que no sea verdad
que tú vives y me quieres.
Y estoy abrazado a ti
sin mirar y sin tocarte.
No vaya a ser que descubra
con preguntas, con caricias,
esa soledad inmensa
de quererte sólo yo.
José Bergamín
CANTOS RODADOS
Yo quiero lo que tú quieres.
Tú quieres lo que yo quiero.
Y ninguno de los dos
sabemos lo que queremos.
Tu eres todo y eres nada.
Todo, si tu voz se enciende.
Nada, si tu voz se apaga.
¿Qué importa que el corazón
pueda tener sus razones
cuando no tiene razón?
Tu querer era mi muerte.
No lo quise saber
por no dejar de quererte.
No es que tú me hayas dejado,
es que te has ido de un sueño
en el que yo me he quedado.
Todos morimos de amor,
queriéndolo o sin quererlo.
Morir no es perder la vida:
morir es perder el tiempo.
Luis Cernuda
SI EL HOMBRE PUDIERA DECIR...
Si el hombre pudiera decir lo que ama,
si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo
como una nube en la luz;
si como muros que se derrumban,
para saludar la verdad erguida en medio,
pudiera derrumbar su cuerpo,
dejando sólo la verdad de su amor,
la verdad de sí mismo,
que no se llama gloria, fortuna o ambición,
sino amor o deseo,
yo sería aquel que imaginaba;
aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos
proclama ante los hombres la verdad ignorada,
la verdad de su amor verdadero.
Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien
cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina
por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,
y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu
como leños perdidos que el mar anega o levanta
libremente, con la libertad del amor,
la única libertad que me exalta,
la única libertad por que muero.
Tú justificas mi existencia:
si no te conozco, no he vivido;
si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.
José Ángel Buesa
POEMA DEL RENUNCIAMIENTO
Pasarás por mi vida sin saber que pasaste.
Pasarás en silencio por mi amor, y al pasar,
fingiré una sonrisa, como un dulce contraste
del dolor de quererte ... y jamás lo sabrás.
Soñaré con el nácar virginal de tu frente;
soñaré con tus ojos de esmeraldas de mar;
soñaré con tus labios desesperadamente;
soñaré con tus besos ... y jamás lo sabrás.
Quizás pases con otro que te diga al oído
esas frases que nadie como yo te dirá;
y, ahogando para siempre mi amor inadvertido,
te amare más que nunca ... y jamás lo sabrás.
Yo te amare en silencio, como algo inaccesible,
como un sueño que nunca lograré realizar;
y el lejano perfume de mi amor imposible
rozará tus cabellos ... y jamás lo sabrás.
Y si un día una lágrima denuncia mi tormento,
-- el tormento infinito que te debo ocultar --
te diré sonriente: "No es nada ... ha sido el viento".
Me enjugaré la lágrima ... ¡y jamás lo sabrás!
POEMA DE LA DESPEDIDA
Te digo adiós, y acaso te quiero todavía.
Quizá no he de olvidarte, pero te digo adiós.
No sé si me quisiste... No sé si te quería...
O tal vez nos quisimos demasiado los dos.
Este cariño triste, y apasionado, y loco,
me lo sembré en el alma para quererte a ti.
No sé si te amé mucho... no sé si te amé poco;
pero sí sé que nunca volveré a amar así.
Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo,
y el corazón me dice que no te olvidaré;
pero, al quedarme solo, sabiendo que te pierdo,
tal vez empiezo a amarte como jamás te amé.
Te digo adiós, y acaso, con esta despedida,
mi más hermoso sueño muere dentro de mí...
Pero te digo adiós, para toda la vida,
aunque toda la vida siga pensando en ti.
José Agustín Goytisolo
POR RINCONES DE AYER
En lugares perdidos
contra toda esperanza
te buscaba.
En ciudades sin nombre
por rincones de ayer
te busqué.
En horas miserables
entre la sombra amarga
te buscaba.
Y cuando el desaliento
me pedía volver
te encontré.
¡SI ME LLAMARAS...
¡Si me llamaras, sí,
si me llamaras!
Lo dejaría todo,
todo lo tiraría:
los precios, los catálogos,
el azul del océano en los mapas,
los días y sus noches,
los telegramas viejos
y un amor.
Tú, que no eres mi amor,
¡si me llamaras!
Y aún espero tu voz:
telescopios abajo,
desde la estrella,
por espejos, por túneles,
por los años bisiestos
puede venir. No sé por dónde.
Desde el prodigio, siempre.
Porque si tú me llamas
-¡si me llamaras, sí, si me llamaras!-
será desde un milagro,
incógnito, sin verlo.
Nunca desde los labios que te beso,
nunca desde a voz que dice:
"No te vayas."
LA FORMA DE QUERER...
La forma de querer túes dejarme que te quiera.
El sí con que te me rindes
es el silencio. Tus besos
son ofrecerme los labios
para que los bese yo.
Jamás palabras, abrazos,
me dirían que tú existías,
que me quisiste: jamás.
Me lo dicen hojas blancas,
mapas, augurios, teléfonos;
tú, no.
Y estoy abrazado a ti
sin preguntarte, de miedo
a que no sea verdad
que tú vives y me quieres.
Y estoy abrazado a ti
sin mirar y sin tocarte.
No vaya a ser que descubra
con preguntas, con caricias,
esa soledad inmensa
de quererte sólo yo.
José Bergamín
CANTOS RODADOS
Yo quiero lo que tú quieres.
Tú quieres lo que yo quiero.
Y ninguno de los dos
sabemos lo que queremos.
Tu eres todo y eres nada.
Todo, si tu voz se enciende.
Nada, si tu voz se apaga.
¿Qué importa que el corazón
pueda tener sus razones
cuando no tiene razón?
Tu querer era mi muerte.
No lo quise saber
por no dejar de quererte.
No es que tú me hayas dejado,
es que te has ido de un sueño
en el que yo me he quedado.
Todos morimos de amor,
queriéndolo o sin quererlo.
Morir no es perder la vida:
morir es perder el tiempo.
Luis Cernuda
SI EL HOMBRE PUDIERA DECIR...
Si el hombre pudiera decir lo que ama,
si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo
como una nube en la luz;
si como muros que se derrumban,
para saludar la verdad erguida en medio,
pudiera derrumbar su cuerpo,
dejando sólo la verdad de su amor,
la verdad de sí mismo,
que no se llama gloria, fortuna o ambición,
sino amor o deseo,
yo sería aquel que imaginaba;
aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos
proclama ante los hombres la verdad ignorada,
la verdad de su amor verdadero.
Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien
cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina
por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,
y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu
como leños perdidos que el mar anega o levanta
libremente, con la libertad del amor,
la única libertad que me exalta,
la única libertad por que muero.
Tú justificas mi existencia:
si no te conozco, no he vivido;
si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.
José Ángel Buesa
POEMA DEL RENUNCIAMIENTO
Pasarás por mi vida sin saber que pasaste.
Pasarás en silencio por mi amor, y al pasar,
fingiré una sonrisa, como un dulce contraste
del dolor de quererte ... y jamás lo sabrás.
Soñaré con el nácar virginal de tu frente;
soñaré con tus ojos de esmeraldas de mar;
soñaré con tus labios desesperadamente;
soñaré con tus besos ... y jamás lo sabrás.
Quizás pases con otro que te diga al oído
esas frases que nadie como yo te dirá;
y, ahogando para siempre mi amor inadvertido,
te amare más que nunca ... y jamás lo sabrás.
Yo te amare en silencio, como algo inaccesible,
como un sueño que nunca lograré realizar;
y el lejano perfume de mi amor imposible
rozará tus cabellos ... y jamás lo sabrás.
Y si un día una lágrima denuncia mi tormento,
-- el tormento infinito que te debo ocultar --
te diré sonriente: "No es nada ... ha sido el viento".
Me enjugaré la lágrima ... ¡y jamás lo sabrás!
POEMA DE LA DESPEDIDA
Te digo adiós, y acaso te quiero todavía.
Quizá no he de olvidarte, pero te digo adiós.
No sé si me quisiste... No sé si te quería...
O tal vez nos quisimos demasiado los dos.
Este cariño triste, y apasionado, y loco,
me lo sembré en el alma para quererte a ti.
No sé si te amé mucho... no sé si te amé poco;
pero sí sé que nunca volveré a amar así.
Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo,
y el corazón me dice que no te olvidaré;
pero, al quedarme solo, sabiendo que te pierdo,
tal vez empiezo a amarte como jamás te amé.
Te digo adiós, y acaso, con esta despedida,
mi más hermoso sueño muere dentro de mí...
Pero te digo adiós, para toda la vida,
aunque toda la vida siga pensando en ti.
José Agustín Goytisolo
POR RINCONES DE AYER
En lugares perdidos
contra toda esperanza
te buscaba.
En ciudades sin nombre
por rincones de ayer
te busqué.
En horas miserables
entre la sombra amarga
te buscaba.
Y cuando el desaliento
me pedía volver
te encontré.